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Culebra |
Es un adolescente problemático que malvive en la calle mientras se libra de la policía gracias a su capacidad para volverse invisible. Sabe bien lo peligrosa que es la gente que le busca a él y a otros chicos con habilidades especiales, pues ya ha conseguido zafarse de ellos en una ocasión. La aparición de Ángel motivarán su desconfianza hacia el recién llegado, a quien no quitará ojo. Intenta disimular su atracción hacia ''su hermana'' Sandra.
Una adolescente con la facultad de alterar el campo eléctrico. Al dejar inconsciente a su hermana de una descarga se fuga de casa. Gracias a Culebra consigue conocer a su nueva familia. Cuando descubre que su familia está removiendo cielo y tierra para encontrarla decide volver con ellos y abandonar a los Castillo Rey, cayendo en la trampa que sus perseguidores le han tendido. Afortunadamente consigue escapar del lugar con la inesperada ayuda de Ángel, uno de los chicos prisioneros y logra regresar con él a casa de su falsa familia.
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Lucia |
Huérfana de siete años que va pasando de familia en familia hasta ser acogida por Silvestre, quien, interesado en su caso, descubre que es
telépata (con la habilidad de escuchar los pensamientos de la gente). El asesinato de su padre mientras hacía planes de mudanza para investigar acerca de la gente que busca a los niños con poderes motiva que la pequeña quede al cuidado de Jimena y Mario, quienes se trasladan junto con los otros chicos especiales a la casa que el trabajador social iba a alquilar.
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Carlitos |
Hijo único de Mario, retraído e introvertido, especialmente desde la muerte
de su madre. En su colegio es considerado como un bicho raro, y la causa es por su poder telequinético. La búsqueda de su padre de respuestas a este fenómeno les lleva a Jimena y a los demás chicos con poderes, juntándose al final con mas niños especiales en una casa y fingiendo que son una familia.
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Lucas |
Es un adolescente de 14 años tímido aunque sensible en el fondo. Echado de casa por sus padres, los cuales encajaron con temor la habilidad de su hijo para adoptar la apariencia física de otras personas, su caso llama la atención de Silvestre, quien formula una denuncia a la policía, sin saber que con ello está atrayendo la atención de otra gente, la que secuestra al chico haciéndose pasar por agentes de la ley. Y tras una aparición en Valle Perdido los Castillo le acogen y a pesar de que al principio la convivencia no resulta fácil, se da cuenta de que su sitio está con ellos cuando tiene la oportunidad de volver con su verdadera familia.
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Ángel |
Uno de los chicos prisioneros por la organización que se encarga de su búsqueda, aliado con ellos después de ocho años cautivo. Accede a colaborar con ellos para infiltrarse en casa de los Castillo Rey, aprovechando la captura de Sandra, a quien ayuda a escapar. No será esta su principal prioridad, ya que su objetivo personal pasa por destruir a su hermano Culebra (a quien no ve desde que éste huyera de su casa) así como todo lo que quiere.
El es tan duro como el metal y por si fuera poco pude atravesar paredes. Esa es la causa de la que puede ayudar a escapar de Padre a Sandra.
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Jimena |
La «madre» de la familia Castillo Rey. Tras el secuestro de su hija Blanca, el cual la pequeña había predicho horas antes, ha puesto todo su empeño por encontrarla. Nueve meses después del rapto, se pone en contacto con ella Silvestre, quien le confirma que aparte de Blanca, existen más niños «especiales», a quienes persiguen los secuestradores. Cuando conoce a Mario y su hijo, para ayudarles decide acudir a Silvestre, a quien, alertada previamente por su hija adoptiva, Lucía, encuentra muerto en su piso. Tras huir de los asesinos junto a Mario y a los chicos con poderes, toma la decisión de instalarse con ellos a la casa que Silvestre tenía pensado alquilar para proseguir sus investigaciones. Sus extremadas precauciones por pasar desapercibidos no evitan que la farsa empiece a tambalearse con los tonteos de Mario (por quien está empezando a sentir algo) con Nuria. Sus recelos hacia ésta y Andrés se convierten en desconfianza cuando descubre que podrían tener relación con aquello que Silvestre estaba investigando, motivo por el cual empieza a seguirles la pista, siendo retenida por ellos cuando se acerca peligrosamente a lo que ocultan, y posteriormente rescatada por Mario. Tras el incidente de éste con Elena, la hija de Andrés, se resiste a confiar en los dos profesores hasta que Lucía le revela la verdad sobre sus intenciones, llegando ver en ellos a unos buenos aliados.
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Mario |
El padre de tan particular «familia». Tras perder dos años atrás a su mujer, ha llevado a cabo las tareas de casa y el cuidado de su hijo Carlos lo mejor que ha podido, compaginándolo con su trabajo en una comisaría de policía. Tras revelarle Carlos su habilidad especial, y habiendo escuchado la historia de Jimena, se pone en contacto con ella, creyendo que puede ayudarle a afrontar esta situación totalmente nueva. Cuando toma consciencia de la amenaza de los secuestradores de niños con poderes, se ve obligado a seguir a Jimena y a los demás chicos a su nueva residencia al haber dejado la mochila de su hijo con sus señas a la vista de sus perseguidores, y comenzar allí una nueva vida. Algo que no resulta fácil cuando se arriesga a comprometer a los suyos al creer haberse enamorado de Nuria, la profesora del colegio de sus «hijos», aunque en el fondo también siente algo por Jimena. Cuando se da cuenta que Nuria no es lo que parece asume un gran riesgo para rescatar a Jimena, secuestrada por ésta y por Andrés. La vida de Mario pende de un hilo cuando, tras buscar en casa de Nuria a Blanca y encontrar en su lugar a la hija de Andres ésta le transmite su afección cardíaca al rozarla él, siendo posteriormente sanado por la niña.
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